La agroindustria es seguramente uno de los motores de la economía nacional, y el sector de la industria del azúcar y del alcohol tiene una gran parte en esta representación, después de todo, el Brasil, además de ser el mayor productor de azúcar de caña del mundo, también es líder en la exportación del azúcar y del etanol. Es un segmento con mucha expresión y con alta complejidad, que trabaja frecuentemente con la variación de la cosecha, del precio y con muchas otras interferencias, por eso todo requiere una gerencia comprometida con la flexibilidad, el planeamiento y la oportunidad.
Para atender a todas esas peculiaridades, es necesario que las soluciones tengan infraestructura flexible y que se adapten a las necesidades de evolución del cliente. Por lo tanto, es muy importante tener opciones con bajo coste, que no generan la ociosidad, haciendo posible al almacenaje del producto hasta el mejor momento para venderlo, proporcionado una operación ágil y sin burocracia.